Diplomatura
en Patrimonio Cultural Latinoamericano. Valores y Manejo de Gestión. (Modalidad
a distancia) Universidad Blas Pascal, Educación Continua. Córdoba.
Argentina.
Nuestras diplomaturas, con diez años de
continuidad, han contribuido eficazmente al reconocimiento de los valores del
patrimonio cultural Latinoamericano, además de orientar criterios de manejo y
gestión a profesionales de más doce países.
No obstante, los cambios económicos y
sociales en nuestros países, la complejidad de la vida urbana en la
contemporaneidad, están causando la pérdida acelerada del patrimonio construido
por la falta de políticas culturales oportunas y adecuadas.
La conservación y el desarrollo no se
excluyen mutuamente, ambos deben formar parte de un mismo proceso, donde el
equilibrio entre ambos puede ser logrado, produciendo en sus habitantes una
sensación de continuidad y estabilidad, garantizando así una mejor calidad de
vida; revitalizando las áreas de interés patrimonial sin que éstas pierdan su
identidad, instaurando la
sustentabilidad.
El acervo cultural americano se define por sus valores excepcionales, que se manifiestan en
las artes, la arquitectura, el urbanismo, y esencialmente en los Itinerarios
Culturales, considerando el patrimonio desde una visión sistémica e integral.
Desde el Estado Plurinacional de Bolivia se ha
incorporado a nuestras diplomaturas un nutrido grupo de profesionales, producto
del apoyo y difusión de la Fundación EMEGECE, y el Centro de Conservación del
Patrimonio de Bolivia. (CICOP, Bolivia)
Presentamos la síntesis de una interesante Tesina,
producto de la investigación de destacados arquitectos de ese país.
María del Carmen Días Cabeza
La Arquitectura Comercial Popular es la
expresión arquitectónica de un momento histórico singular que se expresa en
muchas formas de apropiación espacial, y es por lo tanto, el reflejo claro de
una forma de vida y un sistema de valores, que se encuentran en constante
proceso evolutivo gracias al intercambio con la globalización y la búsqueda de
una identidad propia.
Por:
Franklin Ayala Monroy y Ramiro Zalles Pinell
Introducción
La Arquitectura Comercial Popular surge
primero en la ciudad de La Paz, sede de gobierno del Estado Plurinacional de
Bolivia para consolidarse luego en la joven ciudad de El Alto y migrar a las
ciudades del eje de desarrollo económico de nuestro país. En este contexto
refleja un momento de cambio histórico a nivel político, social y económico que
se traduce en una manifestación espacial de imagen vigorosa y fácilmente
reconocible en las áreas urbanas donde el comercio es la fuente principal de
ingresos. A esto se suma su carácter popular y prosaico, reflejado en el
recargado ornamento y los colores fuertes inspirados tanto en la fiesta, los
productos comerciales (como frutas y verduras), las telas importadas de china y
los contrastes de la vestimenta tradicional de la chola.
Sin embargo la aparición de estas
“Arquitecturas Emergentes”[1] ha
sido analizada en contextos restringidos a la ciudad de El Alto y no a nivel
nacional (como creemos que se manifiesta), y por otro lado desde un análisis
estético y de fachada. Sin embargo consideramos que esta manifestación
arquitectónica es única y diferenciable en el eje La Paz-Oruro-Cochabamba-Santa
Cruz del Estado Plurinacional de Bolivia. Es por esto que abordamos una
investigación que afronte la temática desde una visión patrimonialista,
convencidos de que estas edificaciones serán a futuro Patrimonio Cultural
Latinoamericano.
Como define Díaz Cabeza (2011), “Concepción
epistemológica de los bienes culturales”: “Desde el punto de vista
etimológico, la Epistemología viene de espíteme, que significa saber lo que se
busca, y lo que se busca, en el caso de esta diplomatura son conocimientos
sobre los bienes culturales materiales e inmateriales. Ahora bien, sería
importante vincular la epistemología a la actividad cultural a través de
reflexiones…”[2].
Es por esto que consideramos que estas
manifestaciones arquitectónicas pueden convertirse a futuro en patrimonio
cultural inmueble de nuestro país.
Contexto
Geográfico
La Ciudad de La Paz se encuentra a 3600
metros sobre el nivel del mar, en una hoyada que abren los valles de varios
ríos en medio del altiplano cerca del lago sagrado, por eso se convierte en
parada obligada del gran flujo de turistas que ingresan al país. Su temperatura
es baja y su clima frío, pero más aún, su geografía ha acomodado el extenso
crecimiento que conglomera a más de un millón y medio de habitantes entre El
Alto, El Centro y El Sur, convirtiéndola en la segunda metrópoli de nuestro
país, pero con características muy particulares que la diferencian de las
demás. En este sentido, como señala Roberto Fernández, “…lo cultural es
indivisible de lo geográfico en Latinoamérica…”[3] y
bajo esta óptica geo-cultural, la ciudad de La Paz ofrece fenómenos únicos e
irrepetibles.
Contexto
Socioeconómico
La migración campo ciudad es incrementada por
periodos de convulsión social importante, varios años de dictaduras militares
en la década del 1970 que derivan en un retorno a la democracia participativa
en 1982 con la elección del Dr. Hernán Siles Zuazo, quien conforma una alianza
con los sectores sindicales, adoptando una política populista que en menos de
tres años deriva en nuevas convulsiones sociales y una hiperinflación record de
más de 100.000% (cien mil por ciento) que desbarata el sistema económico de la
entonces República de Bolivia. La transición final se da en 1985 con el ascenso
al gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y la presidencia
del Dr. Víctor paz Estensoro, quien adopta medidas económicas drásticas para
frenar la hiperinflación. Se privatiza la Minería, las Telecomunicaciones, y
toda la producción de Hidrocarburos, antes en manos estatales, esto detiene la
crisis financiera pero deja a miles de personas desempleadas en el campo y la
ciudad. Como resultado se forman cinturones marginales en las tres ciudades más
importantes de Bolivia, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
La estrategia de supervivencia adoptada por
la deprimida clase media baja deriva en un incremento considerable del
transporte público sindicalizado y del comercio informal de productos
importados de contrabando. Estas actividades económicas ocupan zonas populosas
de la ciudad y en poco tiempo obtiene un crecimiento económico importante
favorecido por el modelo económico neoliberal. Se conforma un estrato social
económicamente potentado que surge de clases populares y que conserva su
relación frecuente con el campo y sus prácticas y costumbres. El resultado es
que esta nueva burguesía no se identifica con las formas arquitectónicas que
las élites citadinas copian de la moda internacional, sin embargo tampoco
condicen con la precariedad rural de las ciudades intermedias. Es en este
contexto que las formas coloridas y vigorosas de una nueva arquitectura
emergente aparecen.
Contexto
Político
Finalmente el movimiento social surgido por
una nueva clase media de origen popular encuentra en la figura del líder
cocalero, Juan Evo Morales Ayma, un caudillo que representa las
reivindicaciones anheladas desde la revolución del MNR de 1952 y sus medidas
populistas que luego se vieron truncadas por las dictaduras militares. En este
contexto surge la figura de pensadores bolivianos como Álvaro García Linera,
Felipe Quispe y Enrique Dussel a nivel latinoamericano, teóricos de este
llamado “Socialismo siglo XXI” que encuentra receptividad en las figuras de
varios presidentes como Hugo Chávez, Rafael Correa y Ollanta Humala, todos bajo
la figura de Fidel Castro.
La
manifestación arquitectónica
El nuevo escenario político permite que la
nueva burguesía popular busque identificarse claramente y demuestre su poderío
económico mediante una arquitectura completamente diferenciable, que surge
primero en la ciudad de La Paz, como sede de gobierno, y que migra rápidamente
a las ciudades del eje económico principal del recién nacido Estado
Plurinacional de Bolivia.
El origen de la Arquitectura Comercial
Popular se encuentra en tres factores fundamentales: Primero, la migración
campo-ciudad, que transpone la distribución y el uso de la vivienda rural,
primero sobre el lote urbano y luego sobre la edificación en altura. Segundo,
el carácter productivo del bien inmobiliario, en donde la vivienda coexiste con
las actividades comerciales y de servicio. Tercero, el intercambio constante
con la globalización.
Criterios de Catalogación
Encontramos cuatro rasgos comunes que nos
permiten catalogar la Arquitectura Comercial Popular, ellos son:
Modo de Apropiación del Espacio. Edificaciones entre
3 y 6 plantas, en tres cuerpos de diferente tamaño. El cuerpo intermedio es el
más grande de todos, siguiéndole el cuerpo inferior que es el de mayor altura,
el cuerpo superior es el más pequeño de todos. Uso del terreno al máximo si es
posible con 2 lados ciegos. Concepción estereotómica, volumen masivo fenestrado
por ventanas. Terraza para remplazar al jardín, que se utiliza de diferente
manera de acuerdo a la tipología específica.
Modos de Expresión Plástica. Uso de colores
fuertes, contrastantes y de materiales vistosos. El zócalo es de mayor altura
que las demás plantas y tratado con cerámica, tiende a utilizarse como
comercio. Ingreso no jerarquizado. Elementos de ornamento verticales y
horizontales muy fuertes al igual que elementos escalonados de inspiración
precolombina. Ventanas con divisiones verticales que mantienen un patrón común.
Baños y escaleras no visibles en la fachada principal. Ornamento exagerado en
las fachadas.
Modos de Uso y Expresión Tecnológica. Estructura de
hormigón armado, muros de ladrillo de 6 huecos, los lados ciegos ocasionalmente
se dejan sin revoque, en algunos casos para mostrar la tecnología utilizada.
Ventanas metálicas (aluminio o fierro) con inclinación hacia el vidrio
reflejante si la economía lo permite. Techos inclinados. Terraza que se utiliza
de diferente manera (patio, retiro o terraza) de acuerdo a la tipología específica.
Medios de Representación. Este es el cuarto
elemento que debe sumarse a la Arquitectura Comercial Popular como componente
cultural en representación de lo Local, para traducir una forma poética de
habitar en una expresión plástica acorde con lo popular como medio de
representación de la dualidad de lo Global y lo Local.
Definimos como Arquitectura Comercial Popular
no solamente a la manifestación arquitectónica Per se, sino a una forma
de apropiación del espacio, comprendiendo que esta apropiación trasciende lo
arquitectónico, llegando hasta la calle, el barrio, el espacio público y
grandes sectores de la ciudad donde se dan ocupaciones temporales de carácter
comercial. Por lo tanto para nosotros:
“La
Arquitectura Comercial Popular es la expresión arquitectónica de un momento
histórico singular que se expresa en muchas formas de apropiación espacial, y
es por lo tanto, el reflejo claro de una
forma de vida y un sistema de valores, que se encuentran en constante proceso
evolutivo gracias al intercambio con la globalización y la búsqueda de una
identidad propia”.
En este sentido Roberto Mantilla[4]
define el patrimonio según los rasgos de la Cultura en tres categorías de
Estrato Cultural y sus formas de expresión:
·
El
Sub Estrato Cultural, entendido como el legado de las culturas previas.
·
El
Estrato Cultural, entendido como aquellas manifestaciones culturales con
rasgos de una identidad propia.
·
El
Co Estrato Cultural, entendido como préstamos recibidos de culturas
coetáneas, para un mejor aprovechamiento de la vida en la sociedad actual.
Entendiendo que la Arquitectura Comercial
Popular es parte del Estrato Cultural, sin embargo busca referentes en culturas
previas e intercambios constantes con la globalización, es decir, se nutre del
Sub y del Co Estrato cultural.
Además debemos señalar que estas tipologías
identificadas cumplen no solo con una evolución formal de esta manifestación
arquitectónica, también representan claramente la evolución cronológica a lo largo
del tiempo. Este es un factor fundamental de análisis, sobre todo porque
permite apreciar la aparición del ornamento tanto en los interiores como en los
exteriores hasta alcanzar su máxima expresión.
Consideraciones finales
“La división de los momentos del juicio
estético de los objetos, relativamente al sentimiento de lo sublime, debe
fundarse sobre el mismo principio que el de los juicios del gusto; porque el
juicio estético reflexivo debe representar la satisfacción de lo sublime lo
mismo que la de lo bello, como universalmente admisible en cuanto a la
cuantidad, como desinteresada, en cuanto a la cualidad, como el sentimiento de
una finalidad subjetiva, en cuanto a la relación, y el sentimiento de esa
finalidad como necesaria, en cuanto a la modalidad”[5]
De la lectura de Kant podemos deducir, que si
bien, los valores grecorromanos de “Belleza Universal”, acotan adecuadamente
una axiología razonable para los monumentos de corte clásico, en cuanto al
análisis de inmuebles como los analizados en esta investigación de Arquitectura
Comercial Popular, podemos decir que se muestran en cierta medida limitados por
la búsqueda de esos valores universales. Tampoco será posible analizarlos de
acuerdo a los valores establecidos para el Patrimonio Modesto o Vernáculo por
las obvias diferencias que existen con estas manifestaciones arquitectónicas.
Por lo tanto, la Arquitectura Comercial Popular deberá ser analizada desde
valores estéticos y culturales diferentes.
Kant es el primer filósofo que
manifiestamente descentra la estética de los objetos, negando de esta manera
una valoración objetiva de los mismos (como sugieren los cánones clásicos) para
centrar la valoración estética en los sujetos, transponiendo de esta manera
dichos valores, convirtiendo la valoración estética en una valoración subjetiva
(centrada en los sujetos). El mismo criterio es extrapolable a los valores
estéticos culturalmente aceptados por un grupo humano o una determinada
sociedad en un periodo de tiempo específico, estableciendo de esta manera los
principios de autenticidad descritos en la Carta de Brasilia de 1995.
Bajo este criterio, en cuanto al análisis,
desde el punto de vista axiológico, de los valores reconocibles en las
tipologías identificadas como Arquitectura Popular Paceña, específicamente en
la Tipología Popular Festiva, podemos encontrar los siguientes:
Valor Social; por la
identificación de las nuevas burguesías comerciantes con los procesos de cambio
político y económico en nuestro país y que coinciden con la aparición de la
Arquitectura Comercial Popular.
Valor Económico y Utilitario; por la renta
inmediata que genera el carácter comercial de la Arquitectura Comercial
Popular, además del valor agregado que le otorga la imagen urbana de estos
conjuntos habitacionales.
Valor Histórico y Cultural; porque al momento
representa una más de las manifestaciones culturales, entre la música, la
pintura, la escultura, la vestimenta y otros que acompañan representativamente
el momento histórico singular que vive Bolivia.
Valor Arquitectónico y Urbano; por la condición de
tipología arquitectónica emergente y cambio en la imagen urbana junto con los
usos del espacio público y la vocación del suelo.
Valor Estético; porque representa
el surgimiento de nuevos valores estéticos en las zonas comerciales donde se
presenta.
Valor de novedad; porque son
inmuebles vistosos y atractivos tanto a nivel visual como utilitario para los
habitantes de las zonas comerciales como para los visitantes ocasionales.
Valor Constructivo y Tecnológico; porque en esta
arquitectura emergente se dan innovaciones continúas en el uso de materiales
tradicionales disponibles en el mercado y las técnicas constructivas, para
lograr el impacto visual deseado tanto en exteriores como en interiores.
Consideramos que estos valores, analizados
desde un punto de vista axiológico, son al momento apreciados por los segmentos
comerciantes de la ciudad y los habitantes de esas zonas particulares. Sin
embargo, tanto la academia como las clases medias, rechazan esta forma emergente
de arquitectura como mera trivialidad. Por lo tanto el reto de esta
investigación será transmitir a estos segmentos de la sociedad, los valores
detectados en la Arquitectura Comercial Popular, de manera que en el futuro sea
considerada como Patrimonio Cultural de nuestro país y de Latinoamérica.
Bibliografía
BOESIGER, Willi; “Le Corbusier”; Editorial
Gustavo Gili; Barcelona España, 1972
BEDREGAL, Juan; “El Taypi”; Editorial C y C;
La Paz- Bolivia; 2001
CARDENAS, Randolph; MAMANI, Edwin; SEJAS,
Sandra Beatriz; “Arquitecturas Emergentes en El Alto, el fenómeno estético como
integración cultural”; PIEB; La Paz Bolivia; 2010
CUADROS, Álvaro; “Ciudad y Territorio”;
Asociación de Ex Becarios en Holanda, La Paz- Bolivia, 1994
CUADROS, Álvaro; “La Paz”; Colegio de
Arquitectos de La Paz, La Paz- Bolivia, 2003
DÍAZ CABEZA, M. del C. “El Patrimonio
Cultural en el campo del conocimiento científico”, Diplomado en Patrimonio
Cultural latinoamericano. Mº 1, U. 2. Universidad Blas Pascal, Córdoba -
Argentina, 2011
FERNÁNDEZ, Roberto; “El Laboratorio
Americano”; Editorial Biblioteca Nueva, Madrid-España, 1998
FRAMPTON, Kenneth; “Estudios Sobre Cultura
Tectónica”; Ediciones Akal, Madrid España; 2002
GARCIA Canclini, Néstor; “Culturas Híbridas”;
Editorial Giralbo; México DF, México, 1990
KANT, Immanuel; “Critica del Juicio”,
Editorial Psikolibro, Traducción de Alejo García Moreno, Madrid, España, 1876
VENTURI, Robert; “Complexity & Contradiction In Architecture”,
Museum Of Modern Art; New York; 1977.
Breve biografía de los autores
FRANKLIN AYALA MONROY. Titulado en Arquitectura y Urbanismo en la
Universidad Mayor de San Andrés, Maestría en Arquitectura y Diseño Urbano UMSA,
Diplomado en Teoría e Historia de la Arquitectura del Siglo XX UMSA, diplomado
en educación superior universidad de Aquino Bolivia Mención Cum Laude, Curso
Superior de Medio Ambiente C.D.A.L.P., Alta Escuela Española de Dirección y
Administración de Empresas (E.D.A.E.) 2003. Concursos y premios obtenidos:
Adjunto edificio universidad católica boliviana pre y post grado (2do PREMIO)
1995 La Paz, Primer Premio Revalorización de Patrimonio Histórico La Paz. Oficialía Mayor de Culturas G.M.L.P.
2004, Distinción al Merito Institucional C.D.A.L.P. (2008). Docente
universitario (2007) en las asignaturas de Tecnología y Construcción, Diseño
Estructural, Estructuras, Expresión y Representación. Expositor y
conferencista, CLEFA (1992) Santo Domingo Rep. Dominicana, Curso taller Estrategias Proyectuales UDABOL
2008, SENTHA Univalle Trinidad 2010, Profesional Independiente desde 1996, con
varias obras construidas y diseñadas. frank_ayalam@yahoo.com
RAMIRO LUIS ZALLES PINELL. Arquitecto por la UMSA, Magister en
Arquitectura y Diseño Urbano por la UMSA, Máster en Administración de Proyectos
por la UCI de Costa Rica, Diplomado en Teoría e Historia de la Arquitectura del
Siglo XX por la UMSA, Diplomado en Educación Superior por la UDABOL,
Profesional independiente dedicado a diseño y construcción desde 1998 con obras
construidas y concursos premiados tanto en Diseño como en Investigación Teórica.
Docente universitario de las materias de Proyecto, Medios de Expresión e
Historia de la Arquitectura (2007). Jefe de Carrera de la Facultad de
Arquitectura, Universidad de Aquino, Bolivia (2011). Miembro del Centro
Internacional para la Conservación del Patrimonio Bolivia (CICOP Bolivia),
Miembro de la Fundación Francisco Salamone (Argentina). Miembro de la Red de
Protección del Patrimonio Cultural y Natural Latinoamericano. Miembro de la Red
Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Miembro de
la Fundación “emegece”, Tutor y Ponente invitado a eventos nacionales e
internacionales en Chile, Argentina, Uruguay, Ecuador y Portugal. ramiro.zalles@gmail.com
[1] CARDENAS,
Randolph; MAMANI, Edwin; SEJAS, Sandra Beatriz; “Arquitecturas
Emergentes en El Alto, el fenómeno estético como integración cultural”;
PIEB ; La Paz Bolivia; 2010
[2] DÍAZ
CABEZA, M. del C. “El Patrimonio
Cultural en el campo del conocimiento científico”, Diplomado en Patrimonio
Cultural latinoamericano, Modulo 1 Unidad 2, Universidad Blas Pascal, Córdoba -
Argentina, 2011.
[3] FERNÁNDEZ,
Roberto; “El Laboratorio Americano”; Editorial Biblioteca Nueva,
Madrid-España, 1998
[4] MANTILLA
MONTECINOS, Roberto; “Bolivia Nuestra Patria Grande y su Patrimonio
Natural y Cultural”; Ponencia magistral en el Ciclo de Conferencias de la
Semana de Arquitectura y Turismo; Universidad de Aquino Bolivia UDABOL, octubre
de 2011.
[5] KANT,
Immanuel; “Critica del Juicio”, Editorial Psikolibro, Traducción de Alejo
García Moreno, Madrid, España, 1876.
Me parece fascinante cómo la Arquitectura Comercial Popular refleja la identidad y evolución de una sociedad en constante cambio. Considero que en este ámbito, cualquier empresa de construcción comercial que se precie, debe de consideramos vital integrar elementos culturales en nuestros proyectos para respetar y potenciar el patrimonio local. Este enfoque no solo preserva la historia, sino que también crea espacios comerciales únicos y significativos que resuenan con la comunidad y los visitantes. ¡Un tema realmente inspirador!
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